martes, 10 de noviembre de 2009

jacobo bernoulli


Jacob es el primero de los Bernoulli en estudiar en una universidad, el primero en investigar en las ciencias matemáticas, el primero en recibir un título de doctor y el primero de la familia en ser aceptado como catedrático de matemáticas en la Universidad de Basilea. Jacob pronto se convirtió en guía espiritual y en ejemplo de todos los demás magníficos geómetras Bernoulli que le sucedieron. Era de un humor colérico, muy susceptible. Gustaba de desafiar intelectualmente a los demás, de consagrarse a la resolución de problemas y de polemizar sobre las soluciones. Nunca pudo aceptar que Johann, su hermano menor y más brillante, lo pudiera aventajar como geómetra. Su vida científica giró alrededor del núcleo fuerte del estudio de las curvas con el uso del nuevo cálculo.

El deseo de su padre lo llevó a realizar estudios filosóficos, teológicos y de idiomas en la Universidad de Basilea. Se graduó con el grado de magíster en filosofía a los 17 años, y 5 años más tarde era doctor en teología. Dominaba los idiomas alemán, francés, inglés, latín y griego. Pero Jacob sentía una gran inclinación hacia las matemáticas y, a escondidas, estudiaba diferentes aspectos de ellas, sin maestro alguno y casi sin libros adecuados. No obstante, a los 18 años, ya resolvía correctamente algunos problemas matemáticos difíciles, en especial los relacionados con la astronomía
Como era costumbre en la época, al término de sus estudios comenzó un largo periplo de cuatro años por Suiza, Francia e Italia. De regreso en Basilea, inspirado por la aparición de un gran cometa en 1680, Jacob publica su primer trabajo científico, lo dedicó a la teoría de los cometas. Aquí propone las leyes que gobiernan el comportamiento de estos cuerpos celestes y en particular afirmó que sus trayectorias, podían ser predichas con suficiente antelación. La teoría elaborada por Jacob no era totalmente correcta, pero constituyó un pronunciamiento contra la creencia de la época según la cual los cometas estaban regidos por la voluntad divina. Este trabajo atrajo fuertes críticas de los teólogos.
Cuando Jacob comenzó a interesarse en problemas matemáticos, los trabajos de Newton y Leibniz eran todavía desconocidos. Realizó sus estudios con algunas de las obras matemáticas más significativas de la época: la Geometría de Descartes, la Arithmetica infinitorum de Wallis y las Lecciones de geometría de Barrow.

Dos años después de su regreso a Basilea, Jacob viajará de nuevo, pero esta vez lo hará a Holanda e Inglaterra. En Amsterdam conoce a Huygens, que, en particular, ejercerá una influencia enorme en su trabajo sobre teoría de probabilidades. En Inglaterra visitará el Observatorio Real de Greenwich, donde será recibido por su fundador y primer director, John Flamsteed, cuyas observaciones lunares suministraron los datos que Newton, utilizaría para verificar su teoría de la gravitación.

Este será el último viaje de estudio y placer que realizará Jacob, pues después de su regreso no salió más de Basilea, excepto para acudir a los sanatorios, cuando enfermó gravemente. Como resultado de sus viajes, estableció relaciones con varios geómetras europeos de primera línea, con los cuales mantuvo una amplia correspondencia durante toda su vida.

Después de rechazar un puesto en los asuntos eclesiásticos, ya que había decidido consagrar su vida a las matemáticas, inició su labor docente profesional en 1683 cuando comenzó a enseñar física experimental en la Universidad de Basilea. Al cumplir 30 años, Jacob Bernoulli se casó y tuvo un hijo, al que llamaron Nicolaus y una hija. Este Nicolaus no se dedicó a las matemáticas y prefirió desarrollar la veta artística de la pintura, muy presente también en la familia Bernoulli.

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